¿Qué es la guerra cibernética y cómo funciona?

Gracias a Internet y al desarrollo de sofisticados programas informáticos, el campo de batalla moderno ha cambiado. Si bien las guerras convencionales se libraron utilizando armas de fuego y misiles, cualquier guerra actual en última instancia utilizará armas tradicionales y una dosis sustancial de armas cibernéticas. Como hemos visto en la actual guerra entre Rusia y Ucrania, un ciberataque suele preceder a un bombardeo físico o un ataque aéreo.

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Esto apunta a un futuro en el que las guerras entre naciones utilizarán una combinación de tácticas cibernéticas sofisticadas además de los modos tradicionales de lucha. Hay muchos programas y software que permiten a los combatientes modernos recopilar grandes cantidades de información sobre las habilidades de sus enemigos. Por lo tanto, el terreno en el que se librará la guerra física, e incluso los sentimientos de los ciudadanos con los que se encontrarán, indican que las guerras futuras probablemente serán más destructivas que las del pasado.

¿Qué es la guerra cibernética? Explicación completa

La guerra cibernética se refiere a cualquier serie de ataques cibernéticos contra una nación que podrían provocar la interrupción de los sistemas informáticos de la víctima. Dado que todas las instituciones gubernamentales modernas dependen de computadoras para almacenar datos críticos, un ataque que tenga como objetivo comprometer la seguridad de dichos datos se considera un acto de guerra cibernética. La guerra cibernética puede adoptar muchas formas, como veremos más adelante.

El objetivo principal de la guerra cibernética es paralizar o destruir la infraestructura informática del rival. Si no destruirlo, al menos alterar dicho sistema mediante la introducción de virus y otros ataques. Desde el punto de vista del atacante, la guerra cibernética se considerará eficaz cuando la infraestructura informática de la víctima quede completamente destruida o sustancialmente desestabilizada.

Guerra cibernética: una definición exacta

La guerra cibernética es una serie de acciones de una nación u organización internacional destinadas a dañar las redes informáticas o de información de otra nación.

La historia de la guerra cibernética

La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 marcó el fin de la guerra fría entre Estados Unidos y la URSS. Sin embargo, incluso antes de este trascendental acontecimiento, Estados Unidos y Rusia se encontraban en una carrera armamentista que adquiriría nuevas dimensiones en el ciberespacio. El uso generalizado de Internet en la década de 1990 hizo posible que las naciones utilizaran Internet para lanzar ataques contra enemigos o proteger sus activos y territorios. Hay una serie de incidentes internacionales que encajan perfectamente en el concepto de guerra cibernética. Los más destacados son:

Stuxnet 2010

Stuxnet es considerada la primera arma digital del mundo. Desarrollado en colaboración por los gobiernos israelí y estadounidense, Stuxnet es un gusano informático que se utilizó para causar estragos en las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio de Irán. Esto asestó un duro golpe a la capacidad del país para desarrollar armas nucleares.

Alemania 2014: Hackean una acería

En 2014, el gobierno alemán informó que uno de los programas de control de una acería del país había sido pirateado.

Ucrania 2014

En un ataque cibernético y militar coordinado, Rusia interrumpió los servicios de Internet en Ucrania mientras los rebeldes aliados de Rusia estaban ocupados tomando Crimea. Ese mismo año, un grupo de piratas informáticos con sede en Rusia corrompió el sistema electoral de Ucrania en un intento de ayudar a un candidato prorruso y provocar el caos en el país. Posteriormente, en diciembre de 2016, Rusia logró provocar un corte de energía que afectó a más de 200.000 personas en el oeste de Ucrania.

Estados Unidos 2020

En diciembre de 2020, el sistema de seguridad de SolarWinds, una empresa de gestión de TI con sede en EE. UU., fue violado por un grupo de ciberdelincuencia que se cree que tiene conexiones rusas. Los atacantes inyectaron malware en las actualizaciones de la empresa de TI y luego estas actualizaciones se distribuyeron a los clientes. Como resultado del ataque, varias operaciones estadounidenses críticas fueron violadas. Estas operaciones incluyeron al ejército, agencias de armas nucleares y muchas empresas Fortune 500.

La guerra cibernética es real y sigue evolucionando. Los creadores de malware han logrado penetrar en los sistemas de instituciones gubernamentales, así como en servidores de correo electrónico respetados, como Microsoft Exchange. Otros actores globales destacados que han sido víctimas son Amazon (2020), Twitter (2020) y Yahoo (2016).

¿Cómo funciona la guerra cibernética?

La guerra cibernética puede ser ofensiva o defensiva. Para operaciones ofensivas, se despliega una persona o un grupo de expertos en el ciberespacio para atacar a los enemigos percibidos. En el ejército actual, encontrarás oficiales capacitados en guerra cibernética ofensiva. Los oficiales defensivos, por otro lado, están entrenados para anticiparse a las acciones del adversario mediante el desarrollo de sistemas que puedan frustrar o disuadir los ataques enemigos. La guerra cibernética adopta muchas formas. Algunas de las formas en que verás la guerra cibernética en acción incluyen:

Espionaje

El espionaje es el acto de espiar a otro país con la intención de robar secretos. La información que buscan los espías suele ser sensible o clasificada. Obtenerlo daría a la nación espía una ventaja competitiva sobre su rival en caso de guerra. Hoy en día, los gobiernos y las organizaciones han invertido en software espía (software de espionaje) que es capaz de recopilar información sin el consentimiento de las personas a las que se espía.

Sabotaje

Los datos de inteligencia disponibles para las agencias gubernamentales son vastos y sensibles. Si dicha información llegara a manos de países enemigos u organizaciones terroristas, podría utilizarse para planificar y llevar a cabo ataques. Una vez que un gobierno u organización clasifica los datos y determina qué podría considerarse información confidencial, se deben implementar medidas para protegerla.

Los datos deben protegerse tanto de enemigos externos, como gobiernos espías, como de posibles enemigos internos, como empleados comprometidos o descontentos.

Uso de propaganda

Cuando dos naciones están en guerra, la lucha continúa no sólo en el campo de batalla, sino también en las mentes de las personas de las naciones involucradas. Las guerras de propaganda se libraron mucho antes del uso de Internet. Generalmente tienen como objetivo hacer creer a los ciudadanos en la importancia del esfuerzo bélico, en por qué su país está destinado a ganar y en cómo el enemigo probablemente esté desmoralizado y sea incapaz de ganar.

En la era de Internet, los mensajes en redes sociales podrían transmitir mensajes similares, como ha estado sucediendo en la guerra entre Rusia y Ucrania.

Interrupción del sistema mediante ataques DoS y DDoS

Para desactivar las actividades del enemigo, una nación en guerra podría emplear ataques de denegación de servicio (DoS) o de denegación de servicio distribuido (DDoS). Cuando se utiliza un ataque DoS, el servidor de la víctima se inunda de tráfico, lo que hace que un recurso o servicio crucial no esté disponible. Una vez que el servidor está sobrecargado, podría fallar.

Un ataque DDoS es más letal ya que los ataques provienen de varios ordenadores. Este tipo de ataque con múltiples máquinas podría resultar más eficaz para paralizar el sistema de un enemigo. Al provenir de muchas máquinas, es más difícil protegerse contra un ataque DDoS y es aún más difícil identificar el origen de los ataques.

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Interrupción de los servicios financieros

Desde los seguros hasta las operaciones bancarias e incluso los mercados de valores, los sistemas económicos modernos no pueden funcionar sin el uso de computadoras. Durante una guerra, un país puede ganar una ventaja sustancial sobre un rival alterando los servicios financieros. Los piratas informáticos pueden infiltrarse en los sistemas para obtener dinero para financiar sus operaciones.

También podrían hacer que el dinero que necesitan de manera crítica no esté disponible para sus enemigos. Además, los piratas informáticos podrían tener la capacidad de entregar informes falsificados sobre las operaciones de la moneda de un país o de acciones conocidas. La intención es aumentar aún más el pánico y desorientar a las fuerzas enemigas.

Interrupción/destrucción de sistemas de energía y comunicación

Al igual que los servicios financieros, la mayoría de los sistemas modernos de comunicación y distribución de energía funcionan mediante computadoras. Un ataque a los sistemas utilizados para distribuir energía desde las instalaciones eléctricas podría provocar víctimas mortales masivas, especialmente en estaciones críticas como el invierno.

Cuando la comunicación se interrumpe o se destruye, las actividades sencillas del día a día, como enviar mensajes de texto, correos electrónicos o comunicarse por teléfono, pueden resultar imposibles.

¿Cuáles son las aplicaciones de la guerra cibernética?

Cuáles son las aplicaciones de la guerra cibernética
Cuáles son las aplicaciones de la guerra cibernética

La guerra cibernética tiene objetivos similares a los de la guerra tradicional: infligir el mayor daño al enemigo en el menor tiempo posible. En un mundo dominado por unos pocos países altamente militarizados, la guerra cibernética aporta otra dimensión a la naturaleza de los combates globales ahora y en el futuro.

Mientras que la guerra tradicional se basa en el despliegue de hardware costoso y personal altamente capacitado, la guerra cibernética puede ser utilizada con bastante eficacia por naciones menos armadas u organizaciones terroristas. Cuando es posible que necesites utilizar equipo militar de última generación para enfrentarte a un enemigo en un entorno de guerra tradicional, la guerra cibernética podría nivelar el campo de juego.

Si un país utiliza un ejército de espías para el espionaje, un rival podría utilizar una cantidad menor de personal si está capacitado en ciberespionaje. Independientemente del tamaño del equipo militar de una nación, todos los combatientes en una guerra utilizan la guerra cibernética para:

Reunir inteligencia

Hoy en día, las técnicas de guerra tradicional y ciberguerra van de la mano. Antes de que las tropas en el terreno puedan decidir los lugares a atacar, confían en los ciberespías para señalar las ubicaciones exactas, asegurando así los máximos resultados utilizando los mínimos recursos. Como hemos visto en la guerra entre Rusia y Ucrania, las redes eléctricas, las instalaciones críticas y los puentes ucranianos han sido atacados repetidamente utilizando la inteligencia recopilada por el ejército ruso.

Destruir la infraestructura de seguridad

Algunos países han invertido mucho en infraestructura de seguridad para mantener a sus ciudadanos seguros en caso de guerra. Dichos sistemas podrían incluir señales de alerta temprana, búnkeres y señales de tráfico. La guerra cibernética puede hacer que toda esta infraestructura sea redundante. Un ciberataque podría bloquear el sistema de alerta temprana y el sistema de señalización de tráfico de un país, impidiéndoles así entregar mensajes críticos cuando más se necesitan.

Prevenir ataques de phishing

El phishing es una herramienta utilizada en la guerra cibernética para distribuir malware y obtener datos confidenciales que podrían usarse para planificar ataques. Tanto las organizaciones como los gobiernos corren siempre el riesgo de quedar expuestos a los ciberdelincuentes a menos que cuentes con medidas para identificar y bloquear el software malicioso.

Tratar con los hacktivistas

Los hacktivistas pueden dar la impresión de que son los Robin Hoods de hoy en día. Al irrumpir en un sistema informático, los “activistas piratas” podrían obtener datos cruciales que podrían utilizar para difundir mensajes sociales o políticos. La mayor parte de la información que tienen los hacktivistas está fuera del dominio público y podrían utilizarla para influir en la opinión pública, especialmente cuando un país está en guerra.

Los hacktivistas podrían, por ejemplo, hablar mal de las autoridades y convencer a sus conciudadanos de que su gobierno podría estar participando en una guerra innecesaria e imposible de ganar. Tales sentimientos podrían desmoralizar a los soldados en el frente de batalla, avergonzar al gobierno y podrían ser la munición exacta que necesita una nación rival.

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Guerra cibernética vs delito cibernético: ¿cuál es la diferencia?

Dado que la guerra cibernética es un término relativamente nuevo en el mundo militar, existe un poco de confusión sobre su diferencia con el delito cibernético. Existe una línea muy delgada entre la guerra cibernética y el delito cibernético.

Cuando oímos hablar de ciberdelincuentes, imaginamos personas que intentan infiltrarse en organizaciones y sus redes para robar dinero, dañar sistemas informáticos, propagar virus, obtener datos confidenciales o robar identidades. Los objetivos de los delitos cibernéticos son personas u organizaciones y las personas que cometen dichos delitos podrían ser personas o grupos con conocimientos informáticos avanzados. Podrían estar ubicados en cualquier parte del mundo.

Si bien un delito cibernético podría tener como objetivo a un individuo u organización, ¿en qué momento dicha acción podría considerarse una guerra cibernética? Si bien la guerra cibernética se refiere a un conflicto entre naciones, ¿cómo podemos saber quiénes son los agentes involucrados? En lo que respecta a las definiciones, todavía no existe una distinción clara entre guerra cibernética y delito cibernético.

Conclusión

El siglo XXI ha sido testigo de un cambio masivo en las tácticas empleadas en la guerra. Con la introducción de drones y una completa gama de armas cibernéticas, la presencia física del soldado en el campo de batalla disminuye cada día.

Mientras que en el pasado las operaciones militares masivas eran reserva de naciones con un poder financiero impresionante y un equipo militar increíble, hoy, las naciones pequeñas y los grupos terroristas son capaces de infligir el máximo daño mediante la guerra cibernética. Además, dados los interminables cambios en la tecnología, sólo podemos esperar que en el futuro aparezcan armas cibernéticas más sofisticadas.

Detener a los ciberguerreros no es una tarea fácil. Cuando recordamos que la mayoría de los creadores de las armas cibernéticas más letales están financiadas por gobiernos ricos y organizaciones terroristas con mucho dinero, se necesitarán esfuerzos concertados de todos los ciudadanos globales amantes de la paz para mantener a los criminales bajo control.

Preguntas frecuentes

¿Quién participa en la guerra cibernética?

Varios actores pueden participar en la guerra cibernética, incluidos estados-nación, grupos patrocinados por estados, colectivos hacktivistas, organizaciones criminales e incluso piratas informáticos individuales. Las motivaciones detrás de la guerra cibernética pueden variar, como intereses políticos, económicos, militares o ideológicos.

¿Cuáles son las consecuencias de la guerra cibernética?

La guerra cibernética puede tener consecuencias importantes, entre ellas:

  • Daños a infraestructuras críticas: los ataques dirigidos a infraestructuras críticas, como redes eléctricas, sistemas de transporte o instalaciones de atención médica, pueden provocar interrupciones en el servicio, pérdidas económicas o incluso poner en peligro vidas.
  • Pérdidas financieras: las organizaciones pueden sufrir pérdidas financieras debido a violaciones de datos, robo de propiedad intelectual o interrupción de las operaciones comerciales.
  • Violación de la privacidad: la guerra cibernética puede comprometer la privacidad y la seguridad de las personas al acceder a información personal, monitorear actividades en línea o realizar vigilancia.
  • Tensiones geopolíticas: la guerra cibernética patrocinada por un Estado puede intensificar las tensiones geopolíticas entre naciones y potencialmente desencadenar acciones de represalia o conflictos cibernéticos.
  • Erosión de la confianza: la amenaza constante de la guerra cibernética puede erosionar la confianza pública en los sistemas digitales, los servicios en línea y la seguridad general del ecosistema digital.

¿Por qué Israel es tan bueno en ciberseguridad?

Israel se ha ganado la reputación de líder mundial en ciberseguridad debido a varios factores clave. Una de las razones principales es el fuerte apoyo y la inversión del gobierno en iniciativas de ciberseguridad. El gobierno israelí ha reconocido la importancia de la ciberseguridad en el panorama digital actual y ha establecido agencias y marcos dedicados para abordar las amenazas cibernéticas. Este apoyo ha facilitado el crecimiento de la investigación y el desarrollo en ciberseguridad, así como también ha fomentado la colaboración entre los sectores público y privado.

Otro factor que contribuye es el trasfondo militar de Israel. El ejército del país pone un fuerte énfasis en la ciberseguridad, reconociendo su importancia para proteger la seguridad nacional. Los rigurosos programas de capacitación y la experiencia del ejército en el manejo de amenazas cibernéticas han cultivado un grupo de talentos de profesionales capacitados en ciberseguridad. Estas personas aportan su experiencia y conocimientos al sector privado, contribuyendo a la destreza de Israel en el campo.

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¿Qué país está mejor preparado contra los ciberataques?

Algunos países a menudo reconocidos por su sólida postura en materia de ciberseguridad incluyen:

  1. Estados Unidos: Estados Unidos ha realizado importantes inversiones en ciberseguridad y ha establecido varias iniciativas, agencias y marcos de ciberseguridad para proteger la infraestructura crítica y combatir las amenazas cibernéticas.
  2. Israel: Israel es conocido por sus capacidades avanzadas de ciberseguridad, con un fuerte énfasis en la investigación y el desarrollo en este campo. Tiene un ecosistema de ciberseguridad sólido y, a menudo, colabora con empresas privadas y nuevas empresas para fortalecer las medidas de ciberseguridad.
  3. Singapur: Singapur ha priorizado la ciberseguridad como una agenda nacional y ha implementado estrategias integrales de ciberseguridad. Ha invertido en capacidades de ciberdefensa, educación en ciberseguridad e iniciativas para fomentar la colaboración entre el gobierno, la industria y el mundo académico.
  4. Reino Unido: El Reino Unido ha desarrollado un marco sólido de ciberseguridad y ha establecido agencias responsables de iniciativas de ciberseguridad, inteligencia sobre amenazas y respuesta a incidentes. Promueve activamente la colaboración entre el gobierno, las empresas y el mundo académico para mejorar la resiliencia de la ciberseguridad.
  5. Estonia: A menudo se cita a Estonia como líder en ciberseguridad debido a su enfoque proactivo para desarrollar infraestructura digital e implementar sistemas seguros de gobierno electrónico. Ha establecido varias iniciativas y políticas de ciberseguridad para proteger sus activos digitales.

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